Según Zarif, "está claro que las sanciones de la UE y EEUU se levantarán" una vez firmado el acuerdo y aunque "el procedimiento sea diferente" en cada caso, lo que le importa a Teherán es el resultado.
"Estamos preocupados por saber hasta qué punto nuestros socios occidentales, sobre todo, EEUU son sinceros; la desconfianza es grande y mutua", afirmó.
El ministro declaró que la firma del acuerdo definitivo no significaría automáticamente un acercamiento de las posturas de Teherán y Washington.
El ministro agregó que un avance importante en el tema nuclear podría "servir de fundamento para resolver otras cuestiones".
La última ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní se celebró a principios de mayo en Nueva York.
Entonces, las partes anunciaron haber comenzado a redactar el texto del acuerdo final, que debe estar listo para el 30 de junio y una vez aprobado allanaría el camino para el levantamiento de las sanciones internacionales impuestas a Teherán.
Algunos países de la región, entre ellos Arabia Saudí, Kuwait, Catar, Baréin, Omán y Emiratos Arabes, así como Israel, critican el acuerdo con Teherán.