En entrevista con Sputnik Nóvosti, la doctora en Crecimiento y Desarrollo Económico Internacional de la Universidad de Estatal de Río de Janeiro (UERJ), Maria Beatriz de Albuquerque David, aplaudió la voluntad de inversiones del gobierno chino que "será una importante contribución" para lograr el objetivo de inversiones extranjeras de 65.000 millones de dólares fijado por el Banco Central en 2015.
Sin embargo, la doctora mostró su preocupación por la manera en la que las inversiones, especialmente el proyecto Transoceánico, serán llevadas a cabo al explicar que "Brasil no necesita proyectos que intensifiquen su papel de exportador de materias primas e importador de productos elaborados como viene ocurriendo con el comercio de China no solo con Brasil, sino con otros países de América Latina".
En su opinión, "Brasil ya no es un país al nivel de los países en desarrollo sino plenamente desarrollado que realiza proyectos de transferencias de alta tecnología con países como Estados Unidos o miembros de la Unión Europea" y añadió que "el proyecto tiene una vertiente claramente ideológica que es positiva desde el punto de estrategias comunes de los BRICS pero que en este caso favorece de una manera desigual al Gobierno de China".
Por su parte, el profesor emérito de la Universidad Federal Fluminense (UFF), Theotonio dos Santos, argumentó que "el hecho de que Brasil no tenga una salida al Pacífico es una limitación muy seria para el país como productor y exportador" y que "el comercio mundial se orienta hacia Asia lo que obliga a tener una relación con el Pacífico".
Además, dos Santos recordó que "China tiene unas reservas de 4 billones de dólares en forma de fondos soberanos mientras que Brasil solo dispone de 400.000 millones de dólares que el Banco Central es contrario a utilizar como instrumento de inversión" y concluyó que "China es la única fuerza económica capaz de cubrir las aspiraciones de desarrollo y aumento de exportaciones de Brasil".