El ferrocarril transoceánico es un ambicioso proyecto valorado en 10.000 millones de dólares, según las estimaciones recogidas por el diario Financial Times, en el que el papel de China, su principal inversor, resultará fundamental para conseguir una infraestructura alternativa al Canal de Panamá.
En concreto, como anticipó este martes el diario brasileño "Folha de Sao Paulo", Li Keqiang y los técnicos del Ministerio de Agricultura, Transporte y Exteriores de Brasil determinarán la participación de empresas chinas en las subastas de las concesiones para la construcción del tramo "Campinorte", que ligará el estado de Goiás a Mato Grosso, la principal área de producción de soja de Brasil.
El Gobierno chino concede una importancia destacada a esta zona productora de soja; solamente en el mes de abril, China importó 5,31 millones de toneladas de este producto, según los datos del Ministerio de Agricultura brasileño.
Los tres países en cuestión —Brasil, China y Perú- necesitan actualmente 35 días para hacer llegar la soja brasileña a los puertos chinos a través del Canal de Panamá, una situación que incomoda a China debido a la influencia de Estados Unidos sobre el mismo.
Una vez finalizado el ferrocarril, China podrá abastecerse de grano y minerales sin tener que depender de las rutas comerciales bajo influencia de los estadounidenses.
Además, Brasil recuperará el ritmo de las inversiones extranjeras, que se redujeron sensiblemente en 2014 tras la crisis en Petrobras.
Por su parte, el portal económico brasileño "Valor" detalló el pasado lunes que los acuerdos que el primer ministro chino anunciará junto a Rousseff en Brasil serán de enormes dimensiones, pudiendo alcanzar los 33.000 millones de dólares repartidos en un total de 60 proyectos de inversión.
Los proyectos de infraestructuras tendrán un papel destacado, con 7.500 millones de dólares en el desarrollo de líneas férreas, además del sector energético (hidroeléctricas y termoeléctricas principalmente), que atraerá 27 de esos proyectos.
Por último, el presidente de Perú, Ollanta Humala, confirmó el 19 de noviembre de 2014 que el ferrocarril "pasará por el norte de Perú, por razones de interés nacional", dejando de lado el proyecto de su vecino Evo Morales, presidente de Bolivia, quien pretendía la ruta por el sur de Perú a través de Bolivia.
Con todo, el presidente peruano reiteró que la integración de los puertos peruanos y La Paz se llevaría a cabo a través de un proyecto paralelo, destacó que el transoceánico garantiza la consolidación de los puertos peruanos como exportadores del cereal brasileño rumbo a Asia y dejó la puerta abierta la cooperación con Bolivia en el futuro.
Cabe destacar que el pasado mes de enero con motivo del encuentro en Pekín de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), el presidente chino, Xi Jinping, anunció su intención de invertir 250.000 millones de dólares en la próxima década en los países de América Latina y el Caribe, siendo Brasil un destino primordial de sus intereses como socio del bloque BRICS y principal economía de la región.