La denominada Acta de Libertad, que ha recibido 338 votos a favor y 88 en contra, ha sido apoyada por la mayoría de los congresistas de ambos partidos estadounidenses.
El proyecto de ley, que recoge la mayoría de las propuestas del presidente Barack Obama, todavía debe someterse a aprobación del Senado y ser promulgado por el mandatario.
Los republicanos que controlan la Cámara alta quieren que el controvertido programa, revelado por el extécnico de la NSA Edward Snowden, se mantenga intacto, mientras que la Administración de Obama respalda el proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes.
Este documento permite a la NSA realizar búsquedas en los registros de llamadas, pero con ciertas restricciones y bajo control.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, no ha tardado en criticar el Acta de Libertad, afirmando que "no garantiza nuestra seguridad ni protege la información privada".
El pasado 7 de mayo, la Corte Federal de Apelación de Nueva York declaró unánimemente como ilegal el programa de vigilancia de llamadas telefónicas de la NSA por considerar que supera los poderes que el Congreso atribuyó a la agencia.
Tras este fallo, el presidente Obama emplazó a poner fin al polémico programa y a elaborar un mecanismo alternativo.
En 2013, la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles presentó una demanda que acusaba a la NSA de violar la cuarta enmienda a la Constitución que prohíbe registros infundados.