El material preparado con motivo del 70º aniversario de la victoria presenta los momentos más importantes de la participación de cinco países latinoamericanos —Cuba, Brasil, Honduras, México y El Salvador- en las hostilidades contra las potencias del Eje.
"Sin duda los combates principales de la II GM tuvieron lugar lejos del hemisferio occidental, pero los pueblos de América Latina hicieron un aporte considerable a la victoria conjunta, tanto en el frente como en el mar, con suministros militares o una intensa propaganda antinazi", recalcó Narishkin quien junto con una delegación rusa viajó a Cuba para asistir a la conferencia internacional "La URSS y América Latina durante la II Guerra Mundial".
Las autoridades de Cuba declararon la guerra a las potencias del Eje —primero a Japón y al cabo de unos días a Alemania e Italia- en diciembre de 1941. También pusieron en disposición de EEUU sus bases marinas.
Cerca de la isla pasaban los barcos estadounidenses que llevaban ayuda a la URSS en el marco del programa de Préstamo y Arriendo y los submarinos alemanes no tardaron en aparecer en la zona. Los nazis consiguieron hundir varios convoys cargados con petróleo y derivados.
Un barco cubano, avisado por un avión de EEUU, consiguió hundir un sumergible nazi que se dirigía para atacar barcos que transportaban azúcar para la URSS que servía para producir alcohol para fabricar explosivos.
"En 1942, sin esperar los resultados de la batalla de Stalingrado —lo que es muy importante ya que no estaba claro adónde se iba a dirigir la guerra- Cuba estableció relaciones diplomáticas con la URSS; fue el primer país de América Latina que lo hizo durante la guerra", dijo Sergey Brilev, presidente de la Instituto Bering-Bellingshausen para las Américas.
Tras el establecimiento de las relaciones diplomáticas Cuba envió a la URSS azúcar pero también sangre y plasma para los heridos en los combates en que participaron también internacionalistas cubanos.
Según el presidente del Consejo Científico del Centro de Investigaciones Iberoamericanas, Lazar Jeifets, la decisión de mantener relaciones diplomáticas manifestaba "las simpatías prosoviéticas que eran muy fuertes en la sociedad cubana".
Mientras, la aviación de Honduras, que junto con la URSS y el Reino Unido recibía de EEUU los aviones Airacobra, patrullaba las áreas del Caribe y el Océano Pacífico donde navegaban los submarinos alemanes, relató Arcadio Castillo Martínez, director del museo de historia militar de Honduras, Cuartel San Francisco.
Además, el primer envío del programa de Préstamo y Arriendo se realizó bajo el pabellón hondureño.
Las fuerzas de defensa antiaérea de El Salvador también protegieron las tropas de los Aliados en el Pacífico.
Brasil, a su vez, fue el único país latinoamericano que mandó sus tropas: 25.000 brasileños combatieron en Italia perdiendo a unos 450 compañeros.
En las filas de las tropas estadounidenses lucharon también 14.000 mexicanos y unos 400 salvadoreños fueron al frente como voluntarios.
"Después de que hubiera acabado la guerra en Europa, los nazis atacarían América Latina. Justo desde América Latina querían salir para acabar con EEUU", afirmó Vladímir Davídov, director del Instituto de América Latina.
El experto subrayó que "fue la URSS que rompió la espina a la Alemania nazi e impidió la conquista de EEUU".