"La tercera etapa del cohete impulsor se separó de una forma inadecuada", dijo Komarov al indicar que la "nave se colocó en una órbita 40 kilómetros más elevada que lo previsto".
El director de Roscosmos señaló que los datos telemétricos confirmaron la separación incorrecta de la tercera etapa del cohete portador, así como la despresurización de sus tanques de combustible.
Komarov indicó que Roscosmos crea un grupo de trabajo que deberá determinar hasta el 22 de mayo las causas exactas de la avería.
A su vez, el responsable de la misión rusa en la Estación Espacial Internacional, Vladímir Soloviov, subrayó que EEUU ha ayudado a Rusia a aclarar las causas de la avería del Progress.
"Durante todo el vuelo y después del imprevisto trabajamos con nuestros socios estadounidenses y usamos su ayuda para verificar la información balística", apuntó.
La nueva misión a la EEI se retrasa dos meses
Mientras, una nueva expedición a la EEI prevista para el 26 de mayo ha sido aplazada hasta finales de julio debido al reciente accidente.
Los miembros actuales de la tripulación de la EEI no volverán a la Tierra en el plazo previsto, sino que permanecerán en la órbita hasta principios de junio.
El cohete portador modernizado Soyuz-2.1a con el carguero espacial Progress M-27M a bordo despegó de Baikonur el 28 de abril.
La separación de la tercera etapa del cohete no se realizó correctamente y el carguero alcanzó una órbita no programada.
Los intentos de controlar el carguero no resultaron exitosos y la nave comenzó a descender de la órbita, hasta que dejó de existir el 8 de mayo tras entrar en las capas densas de la atmósfera sobre la parte central del Pacífico.