En dos casos aislados los hutíes tirotearon a dos mujeres, sus familiares no lograron llevarlas al hospital, según HRW, además los rebeldes retuvieron a 10 empleados humanitarios durante dos semanas y liberaron a dos de ellos solo tras haber cobrado un rescate.
Los ataques contra civiles y la toma de rehenes son crímenes de guerra y estos incidentes demuestran la grave amenaza a la población de la ciudad donde combaten los rebeldes chiíes y las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, indicó el ente.
Las acusaciones se hicieron después de que fuera tiroteado un barco que trataba de abandonar la ciudad, lo que causó 40 muertos. El ministro yemení de Defensa responsabilizó por a los hutíes por el incidente.
Al menos 120 personas murieron en Adén desde marzo pasado cuando iniciaron las hostilidades en esta ciudad.
La coalición de países árabes liderada por Arabia Saudí lanzó el 26 de marzo una operación militar en Yemen contra combatientes del movimiento Ansar Alá –conocidos como hutíes– que controlan la mayor parte del país.
La primera fase de la operación concluyó la semana pasada y la coalición árabe pasó a la siguiente etapa, denominada Devolución de la Esperanza.
Según las organizaciones internacionales, para finales de abril en Yemen murieron 1.244 personas y otras 5.044 resultaron heridas; el número de los desplazados superó los 300.000.