La gente huye en coches, puesto que el aeropuerto local fue cerrado el martes por los bombardeos. En la ciudad permanecen, por lo general, los migrantes. Muchos se precipitan a los bancos para transferir a su patria el dinero que ganaron en Arabia Saudí.
Patrullas militares vigilan las calles y las instalaciones estratégicas de la ciudad. El hospital local está sobrecargado a causa de los numerosos heridos.
Según los testigos los hutíes han vuelto a bombardear Najran.
"Proyectiles de mortero cayeron en gran cantidad y dañaron el tribunal, la sede del Emirato y la cárcel", dijeron.
Ayer los hutíes también bombardearon la ciudad, provocando, según los medios, muertos y heridos.