La acción tuvo lugar horas antes de su declaración en la Cámara de los Diputados de Brasil ante la Comisión de Investigación Parlamentaria (CPI) que investiga la corrupción en Petrobras.
Además, el exdirector, a quien actualmente se responsabiliza de la compra y se le exigen 580 millones de dólares en compensación, aseguró haber aceptado sobornos para "no arruinar el negocio".
Al igual que Costa, los exdirectores detenidos en la Operación Lava Jato, como el exdirector del Área Internacional, Nestor Cerveró; de Servicios, Renato Duque; e incluso el expresidente José Sergio Gabrielli, tratan de culpar a la presidenta Dilma Rousseff quien, sin embargo, fue exculpada por la Justicia de Brasil al tener en cuenta que tomó una decisión basada en informes técnicos previamente manipulados por los directores relacionados con la red de corrupción.
A pocas horas de su declaración ante la CPI de Petrobras en el Congreso Nacional, Paulo Roberto Costa continúa reticente a señalar los delitos anteriores a la gestión del Partido de los Trabajadores (PT) y detallar las implicaciones del gobierno del expresidente Fernando Henrique Cardoso, del Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), en la red de corrupción en Petrobras.
Prevista para primera hora de la tarde de este martes, la comparecencia de Paulo Roberto Costa ante los diputados de la CPI de Petrobras está generando gran expectación debido a la posibilidad de que, por primera vez, miembros del PSDB sean acusados públicamente (ya lo había hecho en privado ante la Policía Federal) por el exdirector.
No obstante, su silencio en las dos anteriores ocasiones en las que Costa declaró ante la CPI mantienen la duda sobre si el exdirector cumplirá sus acuerdos con la Justicia acusando a todos los partidos envueltos por la corrupción por igual.