Entre otras consignas y demandas de las organizaciones sindicales estuvieron la del incremento del salario mínimo, garantías para la seguridad laboral, el pago de deudas ante los trabajadores y el rechazo de la subida de la edad de jubilación.
En la marcha participaron el alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, el presidente de la Federación de Sindicatos Independientes de Rusia, Mijaíl Shmákov, el líder de los sindicatos de Moscú Serguéi Chernov, así como la líder sindical de la región de Moscú, Valentina Kabánova.
Según la tradición, a la manifestación de los sindicatos se sumó el partido Rusia Unida.
En la marcha también participaron en Movimiento de Liberación Nacional, los activistas del Frente Popular Ruso, la Federación de Sindicatos Independientes de Rusia, el Sindicato de Trabajadores de la Comunicación de Moscú, el Partido Comunista de Rusia y el partido Rusia Justa.
Por su parte, el Partido Comunista de Rusia (PCR) en honor al Día Internacional del Trabajo organizó en Moscú una manifestación de 10.000 personas aproximadamente donde presentó su programa de reindustrialización de Moscú, previsto para siete años y que presupone la creación de 2,5 millones de plazas laborales.
En la marcha que también se declaró como una acción en contra del nazismo y en apoyo a Donbás participaron cuatro artistas zanqueros, con vestimentas que simbolizaban a Rusia y Ucrania, con banderas del Frente de Ayuda Patriótica "Moscú Roja, PCR" y de la República Popular de Donetsk, y un corazón rojo, parte del cual era un mapa estilizado de la RPD y la RPL.
Según el PCR, el corazón simbolizaba la "unidad de ambos pueblos, unidos por una historia común y una ayuda mutua".
A la manifestación comunista se sumó el Movimiento de Apoyo al Ejército, la Unión de Oficiales Soviéticos, el movimiento femenino ruso "Esperanza de Rusia", la Unión de Jóvenes Comunistas y otros partidos y movimientos de izquierda.
Este 1 de mayo en Moscú, según las fuerzas del orden, se realizarán cerca de 300 actividades diversas para las cuales están previstas cerca de 50 locaciones.
Las mayores actividades serán realizadas por los sindicatos y los partidos parlamentarios.
Más de 8.000 personas garantizarán el orden, 3.000 de las cuales serán agentes de la policía y militares de las tropas del interior, representantes de brigadas populares y organizaciones de seguridad privadas.