Por un lado, Washington se ve obligado a apoyar a Arabia Saudí, su aliado en Oriente Próximo y país que controla grupos extremistas como Al Qaeda o el Estado Islámico que suponen una amenaza directa para la seguridad de EEUU, explicó el experto a Sputnik Persian.
Al mismo tiempo, EEUU tampoco está interesado en que el conflicto vaya a más y por eso busca vías pacíficas para resolverlo, indicó.
Según este analista, la iniciativa de paz para la que Washington solicitó el apoyo de Irán en realidad pertenece al propio país persa.
"Se trata de un plan iraní para resolver la crisis en Yemen, y muchos otros países también han pedido el inicio de negociaciones, excepto Arabía Saudí, que precisamente es el país agresor", dijo.
Abshenass recordó que, desde el primer momento, Teherán se mostró dispuesto a mediar entre las partes en conflicto en Yemen para impulsar un diálogo político.
La coalición de países árabes liderada por Arabia Saudí lanzó el 26 de marzo una operación militar en Yemen contra combatientes del movimiento Ansar Alá –conocidos como hutíes– que controlan la mayor parte del país.
La ofensiva militar concluyó la semana pasada y la coalición árabe pasó a la siguiente fase de la operación, denominada Devolución de la Esperanza.
Según se informó el miércoles, el secretario de Estado, John Kerry, se reunió en Nueva York con su homólogo iraní, Yavad Zarif, y le pidió que Teherán haga uso de sus contactos con los hutíes para impulsar un diálogo político en Yemen.