Además de los planes de los dos tradicionales rivales, conservadores y laboristas, que se alternan en el poder desde mediados de siglo XX, el IFS revisó el programa del partido Liberal Demócrata, socio menor en el gobierno de coalición en los últimos cinco años.
La novedad en este ejercicio analítico la representa el Partido Nacionalista Escocés (SNP), que ha adquirido en esta campaña una fuerza sin precedentes en los comicios al Parlamento británico.
La formación independentista solo presenta candidatos en Escocia, pero los sondeos indican que será el tercer grupo parlamentario en Westminster, desplazando a los liberal-demócratas a la cuarta posición.
En las elecciones de 2010, el SNP se hizo con el 20% de votos en Escocia y 6 diputados frente al 42% y 41 escaños logrados por los laboristas en la región.
Las tornas se han invertido en esta campaña y los nacionalistas cosechan un 48% en intención de voto que, según las proyecciones, puede darles hasta 53 de los 59 escaños escoceses.
El partido de Ed Miliband sigue retrocediendo en Escocia, con el 27% de votos y cinco posibles diputados, según las últimas encuestas.
A dos semanas de la cita electoral, conservadores y laboristas siguen empatados en torno al 33% de votos a nivel nacional y sin posibilidades de obtener la mayoría parlamentaria.
Los conservadores intentan sacar partido del derrumbe en Escocia de sus principales rivales, que han renunciado a formar una coalición de gobierno con los independentistas pero han dejado la puerta abierta a su apoyo puntual a lo largo de la próxima legislatura.
"La única ruta de Miliband para instalarse en Downing Street (residencia del primer ministro británico) está en el bolsillo del SNP", alertó hoy George Osborne, ministro de Finanzas y principal estratega de la campaña electoral conservadora.
Osborne considera a ambas formaciones la "coalición del caos económico" que, según recalcó este jueves, "significará más deuda, más impuestos y tipos hipotecarios más elevados, y pondrá nuestra seguridad económica en riesgo".
La campaña 'tory' también enfatiza que un gobierno laborista en minoría apoyado por los diputados independentistas conducirá inevitablemente a la ruptura de Reino Unido, pese a la derrota del 'no' en el referéndum de independencia de septiembre de 2014.
Los laboristas denuncian, su vez, que son los 'tories' quienes hacen peligrar la continuidad constitucional de Reino Unido fomentando con sus políticas el voto al SNP en Escocia y celebrando la efectividad de su líder y ministra principal del Gobierno autonómico, Nicola Sturgeon, en la presente campaña.
De acuerdo con el IFS, el programa fiscal del SNP se acerca al de los laboristas, aunque "implica un paso más lento y también más prolongado de austeridad".
El mismo estudio confirma que los conservadores planean mayores reducciones del déficit presupuestario que "requerirán recortes del gasto público o un incremento de la fiscalidad más profundos que el resto de las formaciones políticas".
Los investigadores critican que "ningún partido" ha desvelado "detalles completos" de sus programas fiscales para los próximos cinco años.