Doce manifestantes levantaron de madrugada tiendas de campaña en la nueva plaza del Jubileo de Leicester, donde quieren permanecer hasta después del cierre de las urnas para ofrecer un "foro y oportunidad a la gente para explorar remedios potenciales a nuestra democracia, que está rota", según explica Michaela Smith a Sputnik Nóvosti.
"La democracia está en crisis y el 99% de la población se siente impotente y sin posibilidades de cambiar el sistema en beneficio de la mayoría", denuncia esta activista, de 54 años y origen holandés.
El campamento se erige como un centro de urgencia —"Accidentes y Emergencias de la Democracia" es su nombre oficial- con el objetico de sacar a la ciudadanía de su estado "apático y letárgico", que solo se interrumpe para votar cada cuatro o cinco años.
"La democracia no es un deporte de espectadores, sino algo que todos creamos y debemos sustentar con nuestra participación activa", resalta Smith.
La ubicación elegida para plantar las tiendas es, en sí, un acto de protesta.
"Esta plaza es un proyecto de vanidad del alcalde de la ciudad, que gastó 4 millones de libras (unos 5,2 millones de euros) en lo que básicamente es un trozo de hierba", advierte la manifestante.
Frente a esta y otras inversiones públicas del consistorio de Leicester, Smith denuncia los "85 millones de libras de recortes en servicios sociales, en vivienda, en apoyo a los discapacitados y otras prestaciones" que los concejales han introducido sin consultar con las comunidades locales.
"La política de austeridad ha roto el tejido social, pero los políticos no construyen las comunidades, sino que las forman la gente", añade la activista.
Smith advierte que el campamento de Leicester es una "protesta local pero también es un microcosmos de lo que sucede a nivel nacional porque los recortes están impactando en el 99% de los residentes en Reino Unido".
"La respuesta está siendo muy positiva, la gente nos apoya", exclama Smith en conversación telefónica con esta agencia.
Mientras, el movimiento social Occupy Democracy —equivalente al colectivo español de 'indignados', de donde surgió Podemos- ha convocado diez días de concentración en la plaza del parlamento de Westminster, en Londres.
Esta protesta demanda un "cambio del sistema" democrático que asegure alternativas a los dos grandes partidos, el conservador y el laborista, cuyos programas electorales "apenas se diferencian en las cuestiones cruciales, como cambio climático, austeridad y el tratado comercial TTIP".