"Esta muerte de hombres, mujeres y niños es un horrendo recordatorio de las consecuencias tras el empeoramiento de los conflictos en Libia, Siria y otros países árabes que obligan a la gente a tomar decisiones drásticas para satisfacer su necesidad básica de seguridad. Su muerte es el resultado de un error fundamental de la imposibilidad de proveer la necesaria protección y seguridad a estos ciudadanos", dijo.
El presidente de la Cruz Roja comentó además que los países de Europa, las organizaciones humanitarias y no gubernamentales deberían compartir la responsabilidad por lo ocurrido en el mar Mediterráneo con el Gobierno italiano.
Además debería participar en un "proceso de arreglo político a los conflictos que obligan a decenas de millones a dejar sus hogares", subrayó Maurer.
En el mar Mediterráneo naufragó un bote con emigrantes de países de África del norte que intentaban llegar a Italia. Según datos preliminares a bordo se encontraban por lo menos 700 personas.