"El secretario general de la ONU se encuentra conmocionado y profundamente adolorido por la información sobre el barco que se hundió cerca de la costa de Libia que transportaba unos 700 inmigrantes y refugiados", destacó el comunicado.
Ban Ki-moon calificó el mar Mediterráneo como una de las rutas más peligrosas para los viajeros ilegales, y constató que "la tragedia ocurrida es una más en la larga lista de siniestros de la semana pasada, en los que murieron otros centenares de inmigrantes y refugiados".
"El secretario general exhorta a los Estados europeos y los miembros de la UE ha reforzar las medidas ante la dura situación en que se encuentran aquellos que buscan cobijo junto a sus fronteras", informó el documento.
Según Ban Ki-moon, con el aumento del número de personas que buscan escapar de los conflictos armados y las persecuciones crece también la cantidad de refugiados que tratan de llegar a Europa por mar, en 2014 al menos 3.500 personas perecieron durante estas travesías.
"Si las cifras sobre las víctimas de hoy se confirman, la cantidad de personas que han muerto desde el inicio de 2015 alcanzará ya los 1.600", subraya el informe.
El documento señala que se trata no solo de mejorar las operaciones de salvamento en alta mar, sino de "garantizar el derecho al refugio a un creciente número de personas de todo el mundo que huyen de la guerra y necesitan amparo y un puerto tranquilo".
En la noche del sábado al domingo en el mar Mediterráneo naufragó un barco en el que viajaban unos 700 habitantes de África del Norte que pretendían alcanzar las costas de Italia, se informa que en el momento actual se ha logrado rescatar unas 30 personas.
Uno de los sobrevivientes de la catástrofe afirmó al diario La República que a bordo se encontraban unas 950 personas, entre ellas al menos 40 niños y unas 200 mujeres.