En el encuentro, Hamdala aceptó recibir los ingresos fiscales retenidos por Israel entre diciembre y febrero. Los israelíes castigaron a los palestinos por haberse adherido a la Corte Penal Internacional (CPI).
Los palestinos accedieron también a que una buena parte del dinero que les tenía que devolver Israel se destine a pagar las deudas palestinas con la Compañía Eléctrica de Israel.
De los 1.500 millones de shekels (355 millones de euros) retenidos, Israel se quedará 500 millones (unos 118 millones de euros) e ingresará el resto a los palestinos.
Una comisión analizará los servicios prestados por Israel y el volumen de la deuda palestina.
Según Israel, los palestinos deben a su compañía de electricidad 1.500 millones de shekels (355 millones de euros), así como el coste del agua y los ingresos por los servicios médicos que Israel facilita a algunos palestinos.
Los ingresos tributarios recaudados por Israel para la ANP durante marzo y abril son de mil millones de shekels, de los que 850 millones serán transferidos a la ANP. El resto se utilizará para compensar la deuda palestina con la empresa de electricidad.
Los impuestos recaudados por Israel en nombre de los palestinos pueden representar entre el 50% y el 70% del presupuesto de la ANP, que desde hace cuatro meses paga a sus 180.000 funcionarios solo una parte de su sueldo.