IHS Jane's, una publicación británica especializada en temas militares y de defensa, ha publicado unas imágenes tomadas por un satélite el pasado 23 de marzo que muestran la construcción muy adelantada de una pista de aterrizaje en el noreste del arrecife Fiery Cross, situado en el archipiélago de islas Spratley.
El terreno es suficiente para una pista de aterrizaje de 3.000 metros de largo.
Esa longitud está dentro de los parámetros del Ejército de Liberación Popular (ELP), asegura la revista, que se sitúan entre los 2.700 y los 4.000 metros.
Las imágenes también muestran grúas que trabajarían en el dragado del sur del arrecife, lo que indica la construcción de instalaciones portuarias.
También en el arrecife de Subi se aprecia movimiento que podría estar preparando otra pista de aterrizaje.
Este arrecife está a apenas 25 kilómetros de una isla habitada por filipinos.
China asegura que pertenecen a su jurisdicción y despeja todas las críticas globales insistiendo en que son un asunto interno.
"Los trabajos de China en las islas Spratly sirven en su mayor parte a objetivos civiles ajenos a las necesidades de defensa militar", aseguró esta semana la agencia de noticias Xinhua.
China, según Xinhua, "pretende dar refugio y ayuda a la navegación, pronósticos meteorológicos y asistencia pesquera a barcos de cualquier país que pase por la zona".
Pero los países vecinos y Estados Unidos han mostrado en numerosas ocasiones los recelos ante la llamada "gran muralla de arena" que Pekín está levantando en aguas en disputa y alertado de que podrían servir para propósitos militares o para apuntalar sus reclamaciones territoriales.
China construye islas artificiales trasladando arena sobre arrecifes de coral vivo, algunos de los cuales está sumergido, y colocando luego cemento para pavimentarlo.
El mando militar estadounidense en Asia alertó esta semana que China podría instalar en esas islas sistemas de radar y de misiles como paso previo a declarar una zona de exclusión.
El senador estadounidense John McCain ha calificado los movimientos chinos de "agresivos".
"Cuando un país levanta 600 acres de tierra para construir pistas de aterrizaje y probablemente instalar otras infraestructuras militares en aguas internacionales, eso supone una clara amenaza", dijo recientemente en el Congreso estadounidense.