"No consideramos a ningún país enemigo", dijo al precisar que hoy en día Rusia se enfrenta al terrorismo y al crimen organizado.
A la vez, el presidente subrayó que Rusia no recomienda a nadie convertirse en su enemigo.
"Somos un país que tiene un enorme potencial de desarrollo, numerosos recursos naturales y, por supuesto, una gran potencia nuclear (…) por lo que es un honor ser tanto nuestro amigo como enemigo", bromeó.
"Hablando en serio, ya he dicho que nuestros enemigos son los terroristas nacionales, el crimen organizado, etc.", explicó.
El mandatario advirtió que, aunque Rusia no tiene planes de librar una guerra contra nadie, seguirá reforzando su capacidad defensiva.