González anunció hace un mes su intención de asesorar al equipo jurídico de defiende a los líderes de la oposición venezolana encarcelados, Leopoldo López y Antonio Ledezma.
La semana pasada, el político español se adhirió también a la carta que presentaron 24 ex jefes de Estado y de Gobierno de España y América Latina pidiendo democracia en Venezuela. La mayoría de los firmantes eran dirigentes conservadores y democratacristianos y entre ellos se encontraba también el expresidente español José María Aznar.
En una entrevista concedida a Noticias24, Cabello lamentó que González pretenda "erigirse en un monumento a la moral", con su anuncio de colaborar con las defensas de los opositores encarcelados. Caracas les acusa de de ser los responsables de las violentas protestas de principios de 2014 contra el Gobierno de Nicolás Maduro que acabaron con 40 muertos.
Poco antes, la canciller venezolana Delcy Rodríguez anunció que su Gobierno hará una "revisión exhaustiva" de sus relaciones con el Ejecutivo conservador de Mariano Rajoy, tras convocar al embajador español en Caracas, Antonio Pérez-Hernández y Torra.
La tensión entre Madrid y Caracas se ha disparado, después de que el martes el Congreso de los Diputados español diese luz verde a una proposición no de ley en la que pide la "liberación inmediata" del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, y de los alcaldes Antonio Ledezma y Daniel Ceballos, así como "de los demás opositores, manifestantes y estudiantes" en prisión.
La resolución contó con el apoyo de la derecha del Partido Popular, los socialistas del PSOE, las dos formaciones mayoritarias del Parlamento, de los nacionalistas conservadores vascos y catalanes y los liberales de Ciudadanos.
"Enviamos un saludo a España y al pueblo español, pero no podemos permitir que hasta el ministro de Asuntos sin Importancia venga a pronunciarse sobre Venezuela", declaró Rodríguez.
La canciller explicó al embajador español "una por una todas las declaraciones injerencistas" realizadas desde España "contra Venezuela". E insistió en que España "debe ceñirse al estricto apego al derecho internacional".
En un comunicado, la Cancillería acusó al Gobierno de Rajoy de supuestamente, estar "a favor de quienes atentan contra la democracia" venezolana.
Caracas reprocha las "constantes afrentas" y los intentos del Ministerio de Asuntos Exteriores de justificar "inexcusables posturas injerencistas" sobre Venezuela.
El miércoles, el propio Maduro anunció una serie de medidas y decisiones contra España.
En su programa de televisión 'En Contacto con Maduro', el líder bolivariano arremetió contra "las Cortes" (españolas) para que "vayan a opinar de su madre, pero que no opinen de Venezuela".
El sucesor de Hugo Chávez, tachó a Rajoy de "racista histórico y social" y le acusó de estar "detrás de todas la maniobras contra Venezuela".
Visiblemente enfadado, Maduro alertó que "si nos buscan nos encuentran y ya nos encontraron. Se acabaron Rajoy tus abusos. A Venezuela se le respeta, que lo sepa España entera", ha añadido.
Maduro criticó a las "élites corruptas de España", que desprecian "a los 'sudacas', a los africanos, a los asiáticos".
Ayer, España convocó al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, quien durante unos escasos cinco minutos escuchó la protesta española.
El Gobierno de Madrid considera "intolerables" las últimas "declaraciones, insultos y amenazas proferidas" por el líder bolivariano "contra España", dijo en un comunicado la Cancillería española.