"Rumanía cumple el papel de alumno obediente de la OTAN", aseguró, "pero no existe un debate a nivel de calle en cuanto a las relaciones con Rusia, lo que quiere decir que la gente no las percibe como problemáticas".
Tulbure explicó a esta agencia que "existe una campaña de aumento de los efectivos de la OTAN en el Este de Europa, incluida Rumanía".
"Rumanía ha aprobado un proyecto de ley en cuanto al estacionamiento y desarrollo de operaciones para el tránsito de fuerzas armadas extranjeras en el territorio de Rumanía", precisó.
Además, "la OTAN anunció en enero la apertura de un centro de mando para las Fuerzas de Intervención Rápida en varios países de Europa del Este como Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Bulgaria y Rumanía", agregó.
Continuismo político
Corina Tulbure también crítica la gestión del actual presidente de Rumanía, Klaus Iohannis. A su juicio, la política del mandatario no se diferencia de la de sus predecesores en el cargo.
"Está claro que se trata (el de Iohannis) de un programa político neoliberal que no se diferencia mucho de las propuestas anteriores", dijo.
Según Tulbure, "más que por su programa, Iohannis fue elegido por el mensaje de su campaña", centrada en el cambio.
Además, "se reanimó el antiguo debate entre nosotros y Europa".
Los seis primeros meses de Iohannis en el cargo son "un periodo muy breve para percibir cambios, más allá de las declaraciones que suelen acompañar cualquier principio de mandato"
"De momento existe una campaña anticorrupción que está ocupando las pantallas, pero esta campaña solo afecta a las empresas del país, no a las multinacionales o a la colaboración del Estado con las multinacionales", agregó.
El problema de la migración rumana
El sentimiento mayoritario entre los emigrantes rumanos en Europa es de frustración, según Corina Tulbure.
"No es lo que nos imaginamos en los años 90", explica, "para muchos rumanos el soñado Estado del bienestar occidental es solo una especie de ilusión óptica, porque no se implementó ni en Rumanía, aunque se aplicaron sucesivas medidas de austeridad con el objetivo de llegar a ser como 'los de fuera', ni tampoco han disfrutado de él fuera, porque muchos rumanos que emigraron se sienten como europeos de segunda en los países de destino".
Esta periodista distingue dos etapas en la emigración de los ciudadanos rumanos.
A pesar de la crisis en estos países, continúa, "menos de un 4% de las personas emigradas han vuelto a Rumanía, y en general vuelven las personas que tienen una buena situación económica en el país en el que han emigrado y piensan montar su propio negocio en Rumanía".
"La explicación tanto para la emigración, como para el hecho de que los rumanos no vuelven reside en los bajos sueldos que existen en Rumanía", precisa, por lo que "por muy mal que estén en otro país de la UE, tendrán un sueldo más alto que el sueldo de Rumanía".
En cuanto a los problemas económicos y sociales a los que se enfrentan en la Unión Europea, Tulbure mencionó "los bajos salarios que perciben, aún así más altos que en Rumanía, la explotación laboral y la discriminación laboral, espacial", como el derecho a la vivienda y los barrios marginales, además de "la movilidad forzada por la inexistencia de un trabajo estable en el tiempo que permita un proyecto migratorio en otros países".