El encuentro de Frank-Walter Steinmeier, Laurent Fabius, Pavló Klimkin y Serguéi Lavrov tuvo lugar en la casa de las recepciones oficiales del Ministerio de Exteriores alemán.
"Coincidimos en que los acuerdos de Minsk deben cumplirse a rajatabla no solo en la parte militar, sino también en la parte política, económica y humanitaria", comentó Lavrov al término de las conversaciones.
El canciller ruso señaló que el bloqueo económico de Donbás causó preocupación a los reunidos.
"El bloqueo económico de Donbás es perjudicial, no se pagan las pensiones ni subvenciones, que es motivo de preocupación", indicó.
Dijo que la idea de introducir una fuerza de paz en Ucrania no tuvo apoyó en las conversaciones.
"Nuestro colega ucraniano expuso esa idea (introducir pacificadores), pero no tuvo desarrollo ni hubo comentarios de los demás", apuntó.
Lavrov señaló que las declaraciones hechas por los ministros de Exteriores en Berlín dan esperanzas de que los acuerdos de Minsk sean cumplidos.
"La declaración final del titular alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, nos da esperanzas de que todo lo acordado en Minsk será puesto en práctica", dijo el jefe de la diplomacia rusa.
La primera reunión cuatripartita sobre la crisis ucraniana se celebró en Normandía en junio pasado durante los actos conmemorativos del 70 aniversario del desembarco aliado y contó con la participación de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
Desde entonces, se han celebrado varios encuentros más en el mismo formato, conocido como formato de Normandía, tanto al máximo nivel, como a nivel de ministros de Exteriores de los cuatro países.
Las autoridades ucranianas iniciaron en abril de 2014 una operación militar contra las milicias de Donbás, una región en la que sus habitantes mostraron su disconformidad contra el cambio violento de poder en el país.
Según los últimos datos de la ONU, el conflicto armado ha causado más de 6.000 muertos y al menos 15.429 heridos desde su inicio en abril de 2014.
Actualmente en la región está vigente un alto el fuego que el Grupo de Contacto tripartito (Rusia, Ucrania, OSCE) para el arreglo de la crisis ucraniana aprobó el 12 de febrero pasado en Minsk.