La alarmante cifra supuso un aumento del 240% respecto a los datos de 2014 aunque, bien es cierto, supuso un número menor a la epidemia de mosquitos del dengue del lluvioso 2013 que causó 730.800 casos en el mismo periodo, un 37% más.
Sin embargo, los datos de mortalidad de la enfermedad con más prometedores con 132 muertes frente a las 102 de 2014 y muy lejos de las 278 muertes alcanzadas en 2013, exponiendo la gran variación del impacto del dengue dependiendo de las condiciones climáticas y las mutaciones del virus.
En cuanto a la distribución en el país, el estado de Sao Paulo registró 257.809 casos seguido de Goiás (45.819), Minas Gerais (30.153), Paraná (22.687) y Río de Janeiro (13.181).
A pesar de la negativa de las autoridad locales, el caso de Sao Paulo puede ser considerado de epidemia debido a los 585 casos por cada 100.000 habitantes, una tasa que duplica la definición de epidemia de dengue de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según los balances del ayuntamiento de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, 517 personas fueron atendidas en 72 horas por dengue en la Unidad Básica de Salud de Jardim Vista Alegre, situando al centro como el que más pacientes con dengue registró en Brasil y superando su límite teórico de 150 pacientes por día.