"El peligro del EI radica en que empiezan a infiltrarse en otras organizaciones como Imarat Kavkaz (Emirato del Cáucaso). Algunos jefes guerrileros de este grupo han jurado lealtad al EI", dijo Smirnov tras reunirse en Taskent con sus colegas de la Organización de Cooperación de Shanghái.
El Consejo de Seguridad de Rusia expresó en marzo su preocupación por la cifra de ciudadanos rusos que luchan a favor del EI y que luego podrán regresar a su país con la experiencia de haber participado en actos terroristas.
Además apuntó al problema de la financiación extranjera de grupos insurgentes en el Cáucaso Norte.
Se informó que hasta el momento no se pudo detener la propagación de ideas extremistas realizadas por los partidarios de estas organizaciones islamistas a través de internet y las redes sociales.
"La presencia real del EI en nuestras fronteras suscita preocupación", dijo.
El militar indicó que "en la reunión se han debatido respuestas al EI", en particular, el intercambio de datos operativos sobre traslados de sospechosos.
Anteriormente, el Consejo de Seguridad ruso expresó su preocupación por la cifra de ciudadanos rusos que luchan a favor del EI y que luego podrán regresar al país con la experiencia terrorista.
Asimismo, apuntó al problema de la financiación extranjera de grupos insurgentes en el Cáucaso Norte.
"Según nuestros datos, unos 1.700 rusos podrían estar combatiendo junto a los terroristas y tenemos información de que en las filas del EI hay 300 nacionales de Tayikistán", señaló Smirnov.
A inicios de este mes la ONU informó que más de 25.000 combatientes extranjeros de 100 nacionalidades se unieron a Al Qaeda y el EI.
La mayoría de ellos, 22.000, combaten en los territorios de Siria e Irak, y unos 6.500, en Afganistán.
La cifra de combatientes extranjeros creció un 71% en el mundo desde mediados del año pasado, según la ONU.
La expansión inesperada del grupo terrorista EI, que logró ocupar gran parte de los territorios de Irak y Siria, se convirtió en uno de los principales retos actuales.
Los extremistas, en cuyas filas según la CIA combaten más de 30.000 radicales, proclamó la creación de un califato en las zonas ocupadas y se destacó por una crueldad sin precedentes.