Según Torreblanca, "sociológicamente hay campo para políticas más de izquierda y basadas en la igualdad".
"Podemos entendió que muchas de las demandas del movimiento de los indignados", conocido como 15M y nacido en 2011, "eran transversales, que no eran solo atribuibles al clásico izquierda y derecha" y que ese "clásico de la competición se estaba diluyendo", señala el articulista habitual del diario El País.
Con la crisis "la gente ha perdido sus anclajes ideológicos tradicionales", y Podemos ha sabido leer bien las demandas y ha interpelado directamente a "estas preocupaciones desde un eje que sería vertical en vez de horizontal".
El hecho de que la ultraderecha no haya sabido capturar la indignación en España como en otros países europeos se debe, desde el punto de vista ideológico, a que en la sociedad existen "actitudes hacia la inmigración y hacia la integración europea que son muy negativas", como ocurre en algunos países europeos.
"La mayoría de los movimientos antisistemas o populistas enganchan muy fácilmente con un sentimiento antiinmigración", afirma Torreblanca.
En los países donde, como España, "la inmigración no es un asunto central, no hay xenofobia, y la cuestión europea es secundaria ya que hay todavía una gran adhesión, pese a las críticas", los partidos antiestablisment "solo pueden salir por la izquierda" como crítica "a las desigualdades".
Un movimiento mucho más amplio
En España, además, Podemos sabe recoger al gran malestar que existe en la sociedad ante la rampante corrupción política y económica.
"La percepción de que la crisis ha dejado atrás a un número importante de personas porque el sistema no se ha ocupado de ellas por incompetencia o porque las élites, como Podemos dice muy bien, estaban pendientes de resolverse sus propios problemas" ha propulsado el ascenso de la organización antiausteridad que nació hace poco más de un año, explica a esta agencia Torreblanca.
Torreblanca cree que, a pesar de mantener un programa difuso, Podemos es una formación claramente de izquierdas.
"Son de izquierdas" y en "el Parlamento europeo no han tenido ninguna duda" en integrarse con los grupos a la izquierda de la socialdemocracia.
Torreblanca precisa que sus eurodiputados "están votando cohesionadamente con su grupo en más de un 90% de los casos".
Pero en el contexto local, como ellos mismos dicen, nunca podrán llegar al poder presentándose como lo que son "como una minoría", dice el analista.
"Ahí está la lección de Alexis Tsipras", primer ministro griego, o del presidente de Ecuador Rafael Correa y la del propio Hugo Chávez, quienes "nunca se presentaron como partidos de izquierda" porque "querían crear unos movimientos nacional populares que fueran de abajo a arriba".
Podemos, dice Torreblanca, es "un partido de izquierdas que pretende crear un movimiento mucho más amplio y desbordar sus orígenes".
Según el experto, Podemos se debate entre reemplazar a los socialistas del PSOE y mantener el bipartidismo o persistir "en su intento de tumbar a los dos grandes partidos", una estrategia que les fue muy bien en las encuestas hasta enero pasado.
"Ahora tienen que decidir si ese es un objetivo demasiado ambicioso y es mejor cargarse solo al PSOE o generar un frente de izquierdas que obligue al PSOE a volver a la izquierda", explica Torreblanca a Sputnik Nóvosti, vaticinando que Podemos puede todavía ampliar su electorado porque todavía hay mucho votante socialista "muy enfadado con el PSOE por la renuncia a sus principios tradicionales".