"Los ministros socialdemócratas no quieren bloquear el viaje del presidente a Moscú. Creemos que hay que enfocarlo en el contexto del 70 aniversario de la liberación de Checoslovaquia", dijo Sobotka.
Recordó que más de 100.000 soldados soviéticos murieron durante la liberación de Checoslovaquia y es necesario honrar su memoria.
Al mismo tiempo, subrayó que Praga mantiene una actitud crítica hacia la actuación de Rusia en relación con Ucrania y no cuestiona en modo alguno la postura común de la Unión Europea y la OTAN con respecto a la crisis ucraniana.
Moscú envió a varios líderes mundiales invitaciones para asistir al desfile dedicado al 70 aniversario de la Victoria sobre la Alemania nazi que se llevará a cabo el 9 de mayo en la Plaza Roja.
El presidente checo confirmó a finales de marzo su asistencia a la cita. Esta decisión le valió críticas por parte de algunos políticos checos e incluso por parte del embajador de EEUU en Praga, Andrew Schapiro, cuyas declaraciones al respecto Zeman calificó de injerencia en los asuntos internos de la República Checa.