"Entiendo que quiere rendir homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial, no obstante pienso que sería lamentable si el presidente Zeman estuviera allí (en Moscú), probablemente, el único de los líderes de la UE, mientras que las tropas rusas desestabilizan su país vecino, violando todas las normas internacionales", dijo Shapiro.
El líder checo, en respuesta a las criticas de Shapiro, lo había acusado antes de inmiscuirse en sus asuntos.
"No permitiré a ningún embajador intervenir con sus consejos sobre mis viajes internacionales", dijo Zeman, resaltando que las declaraciones de Shapiro le "cerraron la puerta al Castillo de Praga", la residencia del presidente checo.
Por su parte Shapiro, el compañero de curso del presidente estadounidense Barack Obama, se mostró indignado por la reacción de Zeman.
"Esperaba que el presidente, que dice respetar conversaciones sinceras, apreciara mi franqueza", señaló Shapiro.