Cedido por la empresa nacional de aeropuertos, Infraero, el agente es utilizado en Brasil en caso de incendio en los tanques de queroseno de los grandes aeropuertos y pese a estar disponible desde el pasado lunes, no se ha podido emplear debido a la necesidad de cerrar las tuberías de la instalación antes de su uso.
"La estrategia es cerrar los vertidos en las tuberías que están alimentando el fuego y sofocar las llamas con el nuevo producto", explicó en la noche del martes el comandante del Cuerpo de Bomberos de Sao Paulo, Marco Aurelio Alves Pinto, a los medios locales que desde hace seis días permanecen junto a las instalaciones de Ultracargo.
En las 140 horas que acumula el incendio, se han empleado más de 7.000 millones de litros de agua marina y se ha interrumpido el acceso principal al mayor puerto del país durante 6 días, una situación que afecta directamente a la capicadidad exportadora de Brasil y que ha alarmado a la propia presidenta Dilma Rousseff, quien habría exigido una rápida solución al incendio en un momento de máxima fragilidad de la economía brasileña.