El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, líder del Likud —principal partido de la derecha israelí- consiguió la victoria en las elecciones generales del pasado 17 de marzo en Israel al lograr 30 escaños en el Parlamento, pero necesita formar una coalición que le dé la suma de 61 escaños para poder gobernar.
El Likud tenía intención de formar una coalición con las fuerzas de derecha, ultraderecha y los partidos religiosos, pero si Kulanu no accede a integrar un ejecutivo de estas características, la aritmética parlamentaria no le cuadrará a Netanyahu.
El líder de Kulanu, Moshe Kahlon, antiguo miembro del Likud, estaría exigiendo ahora a Netanyahu que optara por un Gobierno de unidad nacional con la Unión Sionista, integrada por los laboristas, principales rivales del Likud, y Hatnuah (centro).
"Hay una razón por la que el nombre de nuestro partido es Kulanu (Todos Nosotros o Todos)", ha indicado Folkman, quien añadió que "nos gustaría ver a tantos socios de coalición como fuera posible, pero tenemos que llevar a cabo una serie de cambios en la esfera socioeconómica".