La operación fue lanzada por una coalición militar liderada por Arabia Saudí y dirigida contra los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá que controlan la mayor parte de Yemen, incluida su capital, Saná.
En el país árabe se han formado grandes colas de vehículos en las gasolineras y muchas han cerrado por no poder satisfacer la creciente demanda de combustible.
Según fuentes de Sputnik, existe una disposición que prohíbe a las gasolineras locales despachar más de 40 litros de gasolina o queroseno a un automóvil.
Entretanto, un funcionario del Ministerio de Petróleo confirmó esta semana a la agencia de noticias yemení SABA que todas las provincias del país cuentan con reservas suficientes de petróleo y sus derivados.
Dijo que el abastecimiento de derivados del petróleo es estable y no existen razones para la inquietud.