El avión que volaba de Barcelona a Düsseldorf, se estrelló el 24 de marzo en los Alpes franceses, con un saldo de 150 muertos, y según la única caja negra recuperada la catástrofe fue provocada por Lubitz quien supuestamente bloqueó la cabina para impedir que ingresara el comandante del vuelo y comenzó el descenso hasta que la aeronave se estrelló.
Las pesquisas preliminares apuntan a que Lubitz estuvo bajo observación médica por depresión y en los últimos meses había recibido certificados de baja emitidos por diferentes médicos. En su vivienda se encontró gran cantidad de fármacos, incluidos somníferos y psicotrópicos, además ha trascendido que dos semanas antes de la tragedia visitó la cínica de la Universidad de Düsseldorf.
El diario Bild escribe que el piloto les dijo a los médicos que en ese momento se encontraba de baja y quería concluir el tratamiento para incorporarse a sus labores.
Anteriormente la compañía Germanwings aseguró que Lubitz no le había puesto al tanto de sus dolencias.
Según su historia clínica, el piloto padecía de visión borrosa, dolores de cabeza, depresión y ataques de pánico.
El registro médico indica también que a finales de 2014 durante un accidente automovilístico una bolsa de aire le causó una lesión por lo que necesitó una tomografía. Lubitz vinculaba sus problemas con la vista a este accidente.
En su hoja clínica el piloto menciona los fármacos que tomaba, básicamente antidepresivos, somníferos y el tranquilizante Lorazepam, una sustancia bastante fuerte que puede alterar la capacidad para conducir medios de transporte.
Los investigadores no informan si Lubitz tomaba regularmente estas medicinas y sobre los efectos que le causaban.