Bild cita al comandante del vuelo, quien dice que no tuvo tiempo para ir al cuarto de baño en Barcelona; Lubitz contesta que "está listo para asumir el mando en todo momento".
Unos minutos más tarde, Sondenheimer dice: "Puedes asumir el mando"; después se oye al comandante del vuelo salir de la cabina.
Cuando el copiloto comienza el descenso, una señal de alerta suena en la cabina; se oyen golpes a la puerta y los gritos del piloto al mando, quien intenta volver a la cabina.
El periódico Bild am Sonntag señaló, citando a una fuente de la investigación del siniestro, que Andreas Lubitz padecía un desprendimiento de retina y podría haber perdido hasta un 30% de vista.
Según el rotativo, de momento no está claro sí la enfermedad pudo provocar trastornos psíquicos.
El pasado sábado, el diario Die Welt informó que los jueces de instrucción alemanes hallaron en casa de Lubitz medicamentos para enfermedades psicosomáticas.
La noche de este domingo, los investigadores franceses, citados por Bild, informaron que los restos del copiloto Lubitz fueron identificados mediante un análisis de ADN.
El accidente dejó un balance de 150 muertos, entre los cuales figuran los ciudadanos de Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, España, Gran Bretaña, Colombia, México, Holanda y otros países.
Según los investigadores, el copiloto Andreas Lubitz, sospechoso de la destrucción intencionada del avión, disimulaba sus problemas de salud de GermanWings.
El pasado sábado el fiscal de Marsella, Brice Robin, declaró que las acciones del copiloto del A320 se califican como "homicidio involuntario".