"El acuerdo que está emergiendo en Lausana envía un mensaje de que no hay que pagar ningún precio por la agresión, y por lo tanto, hay una recompensa por la agresión de Irán", ha declarado Netanyahu.
El primer ministro israelí ha realizado un discurso duro contra el G5+1.
"Los estados de la región moderados y responsables, liderados por Israel y por muchos otros, son los primeros afectados por este acuerdo", ha recalcado.
Netanyahu se ha referido específicamente al conflicto de Yemen, donde la coalición de una decena de países árabes y Paquistán ha puesto en marcha bombardeos bajo el liderazgo de Arabia Saudí, un país cuyos intereses coinciden plenamente con los de Israel en todo lo que tiene que ver con Irán.
"Es imposible comprender cómo mientras en Yemen hay fuerzas apoyadas por Irán que continúan ocupando más y más zonas, en Lausana no queremos mirar esa agresión", ha dicho Netanyahu, "pero nosotros no vamos a ignorarla, y vamos a continuar obrando contra cualquier amenaza y cualquier agresión, y por supuesto en este caso".
Algunos analistas señalan que Israel está usando desde hace años a Irán para ocultar otras cuestiones que de esta manera pasan a un segundo plano, como es el caso de la ocupación de los territorios palestinos.
Además, la agresividad de Israel con respecto a Teherán está sirviendo a Israel para estrechar sus relaciones con los países suníes de la región que temen que Irán expanda su poder por todo Oriente Próximo.