Asad destacó que Moscú desea estabilidad y que se resuelvan los conflictos políticos, no solo para Damasco sino también para otros países.
El líder sirio subrayó que Rusia e Irán intentan arreglar el conflicto en la región sin demandar nada a las autoridades sirias.
"Lo hacen para la región, para el mundo, puesto que la estabilidad para nosotros es muy importante", dijo.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a su vez declaró que la colaboración entre Moscú y Damasco no pasa por ninguna restricción de carácter jurídico.
"Moscú siempre ha resaltado que no hay embargo para la cooperación técnico-militar; ni hay ni hubo, por eso no se puede decir que haya restricciones jurídicas", dijo Peskov a la pregunta sobre los suministros de las armas rusas a Siria.
EEUU e Israel se muestran preocupados por los envíos a Siria de los sistemas de lanzamiento de misiles S-300.
Por su parte, Rusia declaró repetidamente que suministra únicamente armas de defensa a Siria, lo que no contradice las leyes internacionales.
Previamente, Asad había indicado que la cooperación militar con Rusia continuaba y que las partes cumplían todos los contratos firmados.
Por ello aseguró que Damasco no estaría en contra si Moscú decidiese convertir su base logística ubicada en Tartus en una base militar.
Desde marzo de 2011, Siria está sumida en una guerra civil en la que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición, entre los que se encuentran grupos extremistas como el Estado Islámico y el Frente al Nusra.
Según los datos de la ONU, el conflicto armado ha causado más de 200.000 muertos.