"Hay una relación entre la crisis en Siria y lo que sucede en Ucrania: primero, los dos países son importantes para Rusia, segundo, en ambos casos el objetivo es debilitar a Rusia y crear gobiernos títere", dijo Asad.
Asimismo, declaró que él mismo como presidente debe resistir a la influencia que ejercen sobre Siria Estados extranjeros y recordó que durante la última década las autoridades del país árabe han hecho frente en varias ocasiones a intentos de golpe de Estado.
"Es evidente que la tarea de un Estado es defender los intereses del país y de sus habitantes", agregó Asad.
Asimismo, el presidente aseguró que Siria no estará en contra si Rusia decide convertir su base de mantenimiento ubicada en Tartus en una base militar. Precisó que la decisión depende de los planes políticos y militares de Rusia.
Asad calificó de "imprescindible" la presencia de Rusia en el puerto sirio de Tartus para "restablecer el balance que se perdió tras la disolución de la Unión Sovietica".
En tiempos de la URSS, en Tartus se ubicaba una base de la Armada militar soviética.
"Cuanto más refuerce Rusia su presencia en nuestra región, más estable se volverá", dijo Asad.