"El desarrollo de la zona costera ártica puede compararse con los logros de la Unión Soviética en el espacio en los años 60 del siglo pasado, los que garantizan el liderazgo de Rusia en dicha esfera", escribió el titular ruso en su cuenta de Facebook.
Destacó que, a pesar de ser muy efectivos desde el punto de vista económico, estos proyectos pueden causar preocupación por su repercusión ecológica.
"La solución de esos problemas resulta crucial para la agenda", aseguró Donskói, añadiendo que actualmente se llevan a cabo labores de investigación, la extracción propiamente dicha comenzaría solo en unos 15 años, así que "introducir una moratoria a esas investigaciones" sería como "crear bases para fracasar en la competencia con las economías de otros países".
El ministro considera que no existe una alternativa a la plataforma ártica, y "en esas condiciones frenar los proyectos en el Ártico ruso representa un suicidio para la economía del país y para su futura seguridad energética, sería algo similar a las sanciones", aseguró.
Anteriormente el vicepresidente del banco público ruso Vneshekonombank y ex viceministro de Desarrollo Económico, Andréi Klepach, declaró en la Duma que considera poco rentable realizar investigaciones en el Ártico con el nivel actual de precios del crudo y aconsejó a las empresas rusas que se centraran en los yacimientos tradicionales.
Por otra parte, Vasili Bogoyavlenski, profesor del Instituto de Petróleo y Gas de la Academia de Ciencias rusa, considera que Rusia podría extraer unos 20 millones de toneladas de crudo en la zona durante la década 2020-2030, o un 4% del volumen total de producción de petróleo.