La Fiscalía, que presentó este lunes su escrito de acusación ante el juez Pablo Ruz, también pide 3,83 millones de euros de multa para Bartomeu y 25,15 millones de sanción para su antecesor.
El escrito acusa a los directivos azulgranas de delitos fiscales y a Rosell le añade un delito de administración desleal durante el fichaje del futbolista, supuestamente fraudulento.
El fiscal también pide una multa de 22,2 millones de euros al club catalán, que será juzgado como persona jurídica.
Bartomeu aseguró hoy "sentirse fuerte" y mantuvo su inocencia.
El directivo afirmó que seguirá con su "hoja de ruta" y prevé presentarse a las elecciones para seguir dirigiendo el club.
El presidente del Barça declaró el pasado 13 de febrero y afirmó ante el juez que él no intervino en el fichaje del brasileño Neymar da Silva y que "el liderazgo" de las conversaciones para este fichaje las realizó su antecesor, Sandro Rosell.
La contratación de Neymar se cerró en el verano de 2013, siendo presidente del club Sandro Rosell, que por aquel entonces aseguró que la operación había costado 57,1 millones de euros.
El magistrado instructor, tras analizar los informes de la Agencia Tributaria y los 13 contratos de 2011 y 2013 sobre el fichaje del brasileño, entiende que hay indicios para juzgar a ambos directivos por defraudar a Hacienda cerca de 13 millones de euros.
El juez cree que la cifra del fichaje asciende a 83,37 millones de euros, antes de impuestos, frente a los 57,1 declarados por el club.
Bartomeu, que está acusado de un fraude de 2,8 millones de euros a Hacienda, aseguró en su momento que los procesos judiciales que está sufriendo el Barça se deben a "facturas deportivas y políticas" ya que "hay ciertos poderes del Estado" a los que no les gustó que el Barça participase en algunos actos organizados por los independentistas.