A dos meses de las elecciones al Parlamento británico, la última propuesta presupuestaria del gobierno de coalición entre conservadores y liberal demócratas incluye recortes en los impuestos sobre la producción de crudo y subvenciones a la exploración de nuevos yacimientos.
El paquete de concesiones está valorado en 1.300 millones de libras, equivalente al cambio actual a 1.800 millones de euros y 1.930 millones de dólares.
La medida quiere compensar la caída de precios del petróleo, que ha llevado al borde de la crisis a la industria del Mar del Norte. La rentabilidad se resiente particularmente en esta región con pozos maduros y reservas depositadas en zonas de más ardua extracción.
“Sienta los cimientos de la regeneración del Mar del Norte”, defendió Malcolm Webb, director ejecutivo de esta organización que representa a unas 500 empresas con licencia para operar en la región escocesa.
“Las medidas emiten la correcta señal a los inversores, reflejan adecuadamente las necesidades del sector y permitirán a Reino Unido competir internacionalmente por inversiones”, añadió Webb.
El presupuesto de Osborne incluye también ayudas a los que quieren adquirir su primera vivienda y deja libre de impuestos el primer millar de libras en depósitos bancarios.
Los liberal demócratas han reivindicado otra concesión del presupuesto: una subida de la exención fiscal hasta rentas anuales de 10.800 libras (el techo se sitúa en 10.500 en el actual ejercicio financiero).
“Diferimos de los conservadores en que no se puede afrontar el problema del déficit recortando únicamente el gasto público”, recalcó el ministro de Negocios, el liberal Vince Cable.
El partido que lidera Nick Clegg va a presentar este miércoles una versión distintiva del programa presupuestario para resaltar las diferencias con sus socios de gobierno en la carrera a las elecciones del próximo 7 de mayo.
Ed Miliband, jefe de los laboristas, ha cuestionado la competencia en materia económica de los conservadores que, según denunció hoy, “ha fallado a las familias trabajadoras de Reino Unido”.
“Es un presupuesto que la gente no creerá de un gobierno que no está de su lado”, aventuró Miliband.