En un discurso victorioso —como si hubiera ganado las elecciones, a pesar de haber empatado a 27 escaños con su rival laborista, Isaac Herzog- Netanyahu ha asegurado que intentará formar "un gobierno fuerte y estable" que aborde "los desafíos de seguridad y socioeconómicos".
"A pesar de todo, hemos logrado una victoria importante para el Likud", ha afirmado Netanyahu, aclamado a su llegada a la sede electoral del Likud, en Tel Aviv, con gritos de "Salve, salve, Bibi".
"Hemos logrado una victoria importante para el campo nacionalista encabezado por el Likud", ha reiterado Netanyahu. "Estoy orgulloso de la gente de Israel, porque en el momento de la verdad han sabido diferenciar entre los desafíos y lo que no tiene sentido y han escogido el desafío", ha señalado.
Netanyahu ha prometido que su gobierno trabajará para mejorar "las cosas más importantes para todos nosotros, la verdadera seguridad y el bienestar socioeconómico".
Después de haber advertido del "peligro" de una alta participación de los árabes de Israel, Netanyahu ha subrayado que "todos los ciudadanos de Israel, judíos y no judíos (…) son importantes, todos son importantes para mí".
"Hay que formar un gobierno fuerte y estable que sepa defender la seguridad y el bienestar socioeconómico (…) Nos comprometimos a reducir el coste de la vida y el aumento de los costos de la vivienda y lo haremos", ha dicho.
"He hablado con todos los líderes de los partidos nacionalistas y les he llamado a unirse a mí en la formación de un gobierno sin demora, porque la realidad no tiene un tiempo de espera", ha añadido.