Dos sondeos dan un empate a 27 diputados de las dos principales fuerzas y una tercera encuesta otorga a Netanyahu 28 escaños, unos más que a su rival, Herzog.
Como tercera fuerza se consolidaría la Lista Conjunta árabe, a la que dos sondeos dan 13 escaños. El partido de centro Yesh Atid (Hay Futuro) obtendría 11 o 12 diputados, tal y como pronosticaban las encuestas la semana pasada, encuestas que no han acertado respecto a los resultados de la Unión Sionista y el Likud, ya que otorgaban la victoria a los primeros.
El nuevo partido Kulanu (Todos Nosotros, derecha), liderado por el exministro del Likud Moshe Kahlon, lograría entre 9 y 10 escaños, La Casa Judía (ultraderecha religiosa) de Naftali Bennett habría perdido votos en favor de Netanyahu y se quedaría con 8 o 9 asientos en el Parlamento israelí.
En los últimos días, Netanyahu ha buscado claramente el voto entre el electorado de Bennett, principalmente colonos judíos que viven en territorio palestino ocupado.
Sus declaraciones de ayer afirmando que si gobierna no habrá Estado palestino han surtido el efecto que esperaba y ha atraído a votantes de Bennett.
Los partidos religiosos Shas y Judaísmo Unido de la Torá habrían obtenido 7 y 6 escaños respectivamente. El partido de ultraderecha Israel, nuestra casa, habría caído en picado y tendría colo 5 escaños y el izquierdista Meretz tendría 5, uno menos que hace dos años. Meretz con 5 mandatos, Yisrael Beytenu con 5 mandatos y Yahad no aprobar el umbral electoral.
"Los resultados son muy contundentes y van más allá de las encuestas de las últimas semanas. Muchos israelíes han votado por el Likud para defender el campo nacional y para que la derecha siguiera en el poder", ha afirmado el ministro del Likud Silvan Shalom.
"Esperamos poder formar coalición en los próximos días con nuestros aliados para poder afrontar los temas importantes. Primero llamaremos a Bennett, a Lieberman y a Kahlon, que antes era del Likud, y con todos estos socios tendremos 63 o 64 escaños", ha asegurado Shalom.
Tal y como dibujan el panorama los sondeos a pie de urna, Netanyahu parece tenerlo más fácil para formar gobierno, pero Herzog también podría hacerlo con la ayuda de los árabes para bloquear un gobierno de Netanyahu. Los árabes podrían dar apoyo a la Unión Sionista, pero no entrarían en una coalición. La clave será Kahlon, al que intentarán cortejar Netanyahu y Kahlon.
Otra posibilidad sería una coalición de unidad nacional, pero los analistas indican que si Netanyahu puede formar un gobierno de derechas no accederá a una coalición de unidad nacional, que de hecho, ya descartó hace días.
