"Hay un peligro real de un gobierno de izquierda, a pesar de que la mayoría del público no quiere a [los líderes de la Unión Sionista] Tzipi [Livni] y Buji [Isaac Herzog] y quieren verme continuar", ha afirmado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante la multitud.
El político ha advertido a los manifestantes –llegados de diferentes puntos de Israel y de los territorios palestinos ocupados- que la diferencia de votos entre la Unión Sionista y el Likud determinará quién forma el próximo gobierno.
"Tenemos que cerrar la brecha; podemos cerrar la brecha", ha asegurado.
El primer ministro se ha comprometido, en medio de fervorosos aplausos, a que la Tierra de Israel "nunca se dividida de nuevo".
En referencia a su discurso en el Congreso de Estados Unidos, Netanyahu ha indicado que "incluso cuando nos enfrentamos a las mayores presiones, presentamos la verdad del pueblo de Israel a todo el mundo".
"Protegemos la unidad de Jerusalén. Construimos en Jerusalén", ha dicho en referencia a las colonias judías en Jerusalén este, la parte palestina de la ciudad, ocupada por Israel desde 1967.
"Esta no es la manera de actuar de Tzipi y Buji", ha asegurado Netanyahu.
"Livni criticó nuestra decisión de construir en Jerusalén. Si los judíos no pueden construir en Jerusalén, ¿dónde pueden hacerlo? Buji dice que ve a Jerusalén como la capital política [de un Estado palestino y de Israel]. Están tratando de ocultarlo, pero esa es su posición real", ha subrayado.
Netanyahu ha recalcado que están llegando grandes cantidades de dinero extranjero para "reemplazar al Likud con un gobierno de izquierdas con el apoyo de la Lista Árabe Unida" (Lista Conjunta) y hacer concesiones (a los palestinos).
"Mientras el Likud gobierne, no habrá más concesiones ni más retiradas", ha prometido.
Esta manifestación se ha llevado a cabo una semana y un día después de que unas 50.000 personas se concentraran en la misma plaza para pedir el fin de la era Netanyahu.
En la concentración han intervenido también otros líderes de la derecha como el ministro de Economía, Naftali Bennett, que encabeza el partido La casa Judía, de ultraderecha religiosa.
El partido de Bennett recibe un gran número de votos de los colonos judíos, especialmente de los ideológicos, los nacionalistas religiosos, que eran el grupo más numeroso de esta noche en la protesta.
"Nosotros vamos a votar a Bennett. Vivimos en la colonia de Talmon (Cisjordania), es nuestra tierra y nunca la vamos a dejar", ha comentado a Sputnik Orah Salomon, una colona, que ha asistido a la protesta con su marido y sus tres hijos pequeños.
Entre los asistentes había numerosos grupos de jóvenes que ni siquiera podrán votar el martes porque son menores de edad. Muchos con banderas israelíes y carteles de diferentes líderes políticos de la derecha y la extrema derecha.
Tel Aviv es la ciudad secular por excelencia de Israel y también una de las más izquierdistas del país, pero hoy se ha convertido en lugar de peregrinación de religiosos y derechistas.