Más de treinta personas- desde abogados a clérigos, periodistas y directores de ONGs- firman el escrito, que censura "la continua demonización de los musulmanes británicos y de sus valores".
El manifiesto llama la atención sobre las "innumerables leyes ´anti-terror´", que "otorgan inmensos poderes al Estado y que han provocado histeria en los medios de comunicación, aunque en muchos casos no se cometió ningún crimen".
Entre los nueves puntos acordados por el variopinto grupo de firmantes se denuncia la "explotación por razones políticas de cuestiones musulmanas y la ´amenaza del terror´, particularmente en la carrera a las elecciones generales" del próximo mayo.
"Explotar el miedo del público en seguridad es tan deshonroso como explotar el miedo a la inmigración", afirman los suscriptores.
Entre los firmantes está Moazzam Begg, director de Cage, una ONG que denunció el acoso e intimidación que experimento el supuesto yihadista de los vídeos del Estado Islámico, Mohammed Emwazi, por parte de agentes secretos del MI6 británico.
Dos miembros de la sección británica de Hizb ut-Tahir y numerosos imanes, académicos y directores de asociaciones musulmanas apoyan el texto.
"Ya es hora de que los políticos dejen de desviar la atención del público británico de las crisis domésticas y la desastrosa política Exterior jugando repetidamente la carta de ´musulmán´ y ´seguridad nacional´", concluyen sus autores.