"El que está con nosotros tiene que recibirlo todo", dijo ayer el líder de Yisrael Beitenu (Israel, nuestra casa, de ultraderecha) en un discurso en el Centro Interdisciplinario de Herzliya.
"Con el que está en contra de nosotros, no hay nada más que hacer. Tenemos que levantar un hacha y cortarle la cabeza, de lo contrario no sobreviviremos aquí", afirmó Lieberman.
Según el jefe de la diplomacia israelí, Israel actúa como "los tontos, los avaros y los débiles", y "no hay lugar para este tipo de personas en Oriente Medio".
Liberman repitió lo que ya ha dicho otras veces, que la llamada zona del Triángulo (territorio en Israel de pueblos y ciudades árabes) tiene que formar parte de un futuro Estado palestino, no de Israel.
"Los ciudadanos israelíes que ondean una bandera negra en el Día de la Nakba (jornada en la que los palestinos recuerdan la expulsión de 750.000 personas de sus casas y tierras tras la creación del Estado de Israel) pueden irse y estoy dispuesto a donárselos (al presidente palestino Mahmud) Abás muy feliz", añadió Lieberman.
El ex-embajador en Sudáfrica y ex-director general del ministerio de Exteriores israelí, Alon Liel, el ex-embajador en Francia, Daniel Shek, y otros han criticado hoy a Liberman por sus declaraciones.
"El diplomático número uno de Israel está agitando un hacha sobre las cabezas de los ciudadanos del país que él representa, y con el mismo aliento predica a todo el mundo sobre la lucha contra el antisemitismo", han afirmado los diplomáticos.
Ahmed Tibi, diputado árabe de la Kneset (Parlamento israelí), llamó a Lieberman "Estado Islámico Judío". Tibi ha señalado que la Lista Árabe Conjunta, integrada por partidos árabes y un partido mixto árabe-judío, "eliminará a las cabezas racistas y fascistas sólo a través de medios democráticos".
Para Tibi, la manera de conseguirlo es "obteniendo tantos escaños en la Knesset como sea posible con una participación activa en las elecciones. Cuanto más fuertes seamos, más débil será el Estado Islámico Judío", ha asegurado Tibi.