Hatra, declarada por la Unesco patrimonio de la humanidad, fue fundada en los siglos III y IV a. C. y estaba ubicada a 80 km de Mosul, en el norte de Irak.
"Los extremistas del EI recurrieron a buldócer para destruir la ciudad", dijo Saeed Mumuzini, del Partido Democrático del Kurdistán.
Previamente, los extremistas del EI que se apoderaron de la región a finales de 2014 destruyeron la biblioteca central de Mosul así como estatuas preislámicas conservadas en el museo de la ciudad.
Más tarde, el 5 de marzo, aniquilaron las ruinas de la antigua ciudad de Nimrud, fundada en el siglo XIII a. C.
El 6 de marzo, el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Taleb Rifai, expresó su indignación por la destrucción sistemática de monumentos en Siria e Irak y urgió a tomar medidas para conservar el patrimonio mundial.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó rotundamente las actuaciones de los extremistas.
"La destrucción deliberada del patrimonio cultural constituye un crimen de guerra", declaró.
Llamó a todos los líderes políticos y religiosos de la región a dejar claro que no hay justificación alguna para este tipo de actos y aunar sus esfuerzos para detener la catástrofe.
El grupo se hizo famoso por su crueldad, el asesinato de miles de civiles y la toma de varios miles de rehenes.
De momento no existe un frente único de lucha contra el EI, por un lado hay una coalición internacional y por otro, las tropas gubernamentales de Siria e Irak y los kurdos de estos dos países.