"Maduro siempre habla de complots extranjeros contra Venezuela. El último fue una dura acusación contra el "eje" Madrid-Bogotá-Miami contra el Gobierno venezolano", señala Erika Rodríguez, especializada en política internacional y coordinadora de América Latina en la Fundación Alternativas.
"Por otro lado están ciertos sectores de la derecha española que usan mucho el caso de Venezuela como el ejemplo del mal, como un monstruo", afirma la experta.
También señala que suelen "ignorar" las cosas buenas que hizo el régimen bolivariano, e incluso "tachan a Venezuela de dictadura".
"Todos los observadores internacionales concuerdan en que las elecciones fueron legítimas. Yo estoy en desacuerdo con el tratamiento de Maduro con la oposición, me parece terrible, pero el Gobierno lo eligió el pueblo, eso no se puede negar", reitera la también profesora en la Universidad Carlos III de Madrid.
La experta señala que pocas veces se destaca que "en muchos casos se han superado situaciones de pobreza gracias a las políticas sociales impulsadas por el gobierno chavista", una información que no mencionan los conservadores en España.
Según Rodríguez, tanto las acusaciones de Maduro, sobre el complot internacional o el intento desestabilizar el país, como las de la derecha, son "simplistas" y cree que hay "errores" en ambas partes.
Sin embargo, esta situación no justifica la postura de Maduro con los opositores, según la coordinadora de América Latina en la Fundación Alternativas.
"Maduro tiene una postura muy cuestionable en cuanto a la forma en la que está tratando la oposición a su gobierno. La detención del alcalde de Caracas o el tiempo que lleva Leopoldo López en prisión son muy cuestionables desde un punto de vista democrático", asegura Rodríguez.
La experta cree que estas formas no favorecen la postura de Maduro ni la imagen de Venezuela.