En una rueda de prensa esta noche en Madrid junto al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y sus homólogos el francés, François Hollande, y el portugués, Pedro Pasos Coelho, Rajoy salió al paso de las declaraciones de Tsipras del pasado fin de semana.
El presidente griego denunció que había "un eje de poderes, liderado por los gobiernos de España y Portugal" que "por motivos políticos obvios, intentaron llevar al abismo las negociaciones" con el Eurogrupo.
Juncker, por su parte, corroboró ante los presidentes de España y Portugal que estos dos países no tienen "un plan diabólico" contra Atenas.
Preguntado por los periodistas, Rajoy contestó que "queremos que Grecia crezca, que cree empleo y que cumpla sus compromisos".
"Todas las decisiones que España adopte serán en beneficio de la Unión Europea", destacó Rajoy, para resaltar que si le va bien a Portugal, Francia o Grecia "nos va bien a todos". Por ello, apostó por "mantener las formas y cumplir los compromisos".
"La posición del Gobierno español es tener las mejores relaciones posibles con nuestros aliados, entre ellos Grecia. Quiero que le vaya muy bien. Mis mejores deseos para el pueblo griego", concluyó.
Los mandatarios europeos se reunieron hoy en la capital española para firmar la denominada "Declaración de Madrid", un plan para desarrollar las interconexiones energéticas que impulsa la reanudación del plan del gaseoducto Midcat.
Los dirigentes lo calificaron como "el mayor salto cualitativo de la península ibérica". Rajoy afirmó que el programa se basa en "proyectos concretos y compromisos" para que la península "deje de ser una isla energética".
La propuesta permitirá acceder a electricidad y gas a "mejores costes y más previsibles" y diversificar las fuentes para reducir "la dependencia de suministro de zonas inestables del mundo".