Puntualizaron además que “los Ministerios de Sanidad no estarían atados a estas recomendaciones y decidirán por sí mismos cuándo usar la vacuna y si lo harán o no”.
No obstante, Lindmeier no precisó los nombres de los fármacos que analizan los expertos.
La epidemia comenzó en África Occidental en febrero de 2014.
El virus se transmite por sangre, líquidos orgánicos o tejidos de las personas infectadas, aunque también se han registrado casos de contagio por contacto con animales enfermos o de las personas muertas por la infección.
De acuerdo con la OMS, el número total de casos confirmados, probables o sospechosos en los tres países africanos supera ya los 23.500, con más de 9.500 fallecidos.
No existe todavía ningún tratamiento específico o vacuna contra la enfermedad.