"Se presentan unas exigencias irrisorias que completamente apoyan el punto de vista de Kiev y, las autoridades ucranianas, como lo saben, anunciaron que comenzarán a retirar las armas pesadas si el régimen de silencio se respeta uno o dos días, comprendemos bien que no hay treguas ideales", afirmó.
Lavrov indicó que durante la reunión en París de los ministros de Exteriores de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania dedicada a la situación en Ucrania, el canciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, también estuvo de acuerdo con que los riesgos de nuevos incidentes serán más altos hasta que comience la retirada del armamento pesado.
Además, destacó que el cese del fuego en el este ucraniano surte efecto.
"Los observadores imparciales, incluida la OSCE, detectan una disminución sustancial de los bombardeos. Así las cosas, la tregua da el resultado", recalcó el canciller ruso.
Asimismo, Lavrov anunció que las declaraciones occidentales sobre las posibles nuevas sanciones contra Rusia se deben al deseo de violar los acuerdos de Minsk sobre el arreglo ucraniano y aseveró que Moscú busca garantizar el arreglo pacífico y estable de la crisis en el este ucraniano.
Agregó que todos los intentos de culpar a Rusia y los milicianos de Donbás del fracaso del armisticio tienen como objetivo impedir el diálogo político entre Kiev y las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
El conflicto armado en Donbás, según datos de la ONU, ha causado casi 5.700 muertos y al menos 14.000 heridos desde abril pasado, cuando Ucrania lanzó una operación contra las milicias.
El 12 de febrero concluyeron en Minsk las negociaciones de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
El Grupo de Contacto (OSCE, Rusia y Ucrania) para el arreglo de la crisis ucraniana aprobó un documento que estipula el cese del fuego en Donbás a partir de las 00.00 horas del 15 de febrero, la retirada de las armas pesadas, la creación de una zona de seguridad y la realización de una reforma constitucional.