El informe titulado "Pronóstico para la Década 2015-2025", indica que EEUU sigue representando más del 22% de la economía mundial y "continúa dominando los océanos del mundo y tiene la única fuerza militar intercontinental significativa".
La ventaja más grande de EEUU es su "insularidad" o autosuficiencia: exporta solo el 9% de su Producto Interno Bruto (PIB), y alrededor del 40% de esas exportaciones van hacia Canadá y México, países con quienes forma una zona de libre comercio en Norteamérica desde hace dos décadas, consideran los analistas de Stratfor.
De esta manera, solo alrededor del 5% del PIB de EEUU está "expuesto a los caprichos del consumo mundial", prosigue el documento macroeconómico prospectivo.
Por lo tanto, a medida que la incertidumbre en Europa, Rusia y China aumente, incluso si EEUU pierde la mitad de sus exportaciones en la próxima década –una cantidad extraordinaria, estiman los expertos estadounidenses–, "no sería un problema inmanejable", pronostica la empresa en sus prospectivas.
"Esto es particularmente cierto ya que la producción industrial está aumentando en EEUU y en México, en respuesta a los crecientes costos en China y en otros lugares", apunta Stratfor.
El impacto del pronóstico en México
El pronóstico de Stratfor es una buena noticia para México, porque es un país "superdependiente de la economía de EEUU y su desempeño está basado en las exportaciones mexicanas hacia su vecino" de la frontera norte, dijo a Sputnik Nóvosti Alejandro Ibarra-Yunes, catedrático en la EGADE Business School en el prestigioso Tecnológico de Monterrey.
El comercio bilateral aumentó un 5,5% en 2014, y México no solo tiene en EEUU a su principal mercado, sino que el destino de 63% de las exportaciones de EEUU hacia Latinoamérica las capta su socio mexicano, según cifras oficiales.
Con los bajos precios internacionales de los energéticos desde hace varios meses, también se han beneficiado los consumidores de gasolina en EEUU, y ahora estamos viendo en los mercados de autos una tendencia hacia la demanda de vehículos de más alto caballaje y alto consumo en EEUU, dijo Ibarra-Yunes.
Esa dinámica en el mercado interno estadounidense está impactando en el comercio bilateral, "generando grandes importaciones de autos que favorecen a los exportadores mexicanos de la industria automotriz", lo cual ha permitido a México desplazar a Japón como segundo exportador de automóviles a EEUU en 2014.
Esas tendencias también son buenas noticias para los fabricantes de autopartes en México, pero los consumidores mexicanos no gozan de los ajustes a la baja de los precios de gasolinas y diésel, lamenta el académico especialista en Economics of Networks and Regulations (Economías en Red y Regulaciones).
Debido a su baja capacidad de refinación, México, décimo productor mundial petrolero, importa la mitad de las gasolinas y refinados que consume, al tiempo que exporta alrededor de la mitad de su producción de crudo.
La tendencia que se apunta en el informe de los analistas estadounidenses de Stratfor, también tendrá un buen impacto para las exportaciones de Canadá a EEUU, prosigue Ibarra: "Cada 10% de la producción eléctrica de Canadá y la producción de combustibles no convencionales de las arenas bituminosas canadienses se van a EEUU".
Obviamente, el año pasado esos exportadores mexicanos y canadienses habrían sufrido por la desaceleración, y además, con el precio alrededor de 50 dólares para el crudo y derivados, tendrán ganancias al margen, dice el académico doctorado en Economía por la Universidad de Michigan.
"No sé si puedo proyectar a diez años plazo como lo hace Stratfor, pero el mundo ha cambiado en términos de la suficiencia energética y un jugador global muy importante son los EEUU, por su autosuficiencia energética lograda en una buena parte que no tenía –gracias a los combustibles no convencionales de esquisto–, es un gran actor de la geopolítica energética del mundo actual", puntualiza el analista mexicano en macroeconomía.