La película muestra a dos amigos que recorren la península haciendo autoestop y preguntando a sus habitantes: "¿De quién es Crimea?". Al final comparan sus resultados con los del referendo del 16 marzo de 2014.
"Les doy mi palabra de que la película refleja todos los puntos de vista", comentó el director de la cinta, presente en el estreno.
Kraskó destacó que la mayoría de los encuestados no solo estaban a favor de la reunificación de Crimea a Rusia, sino que era un hecho que esperaban durante mucho tiempo.
"Si Rusia hubiera tomado Crimea por la fuerza sería otra cosa, pero la mayoría apoyó su adhesión a Rusia", dijo.
Kúcherov destacó que "el autor de la película hizo lo que debían haber hecho los periodistas occidentales (…) solo hubo que viajar por Crimea y hacerles a sus habitantes una única pregunta".
Crimea se separó de Ucrania y se incorporó a Rusia tras celebrar el marzo pasado un referéndum en el que más del 96% de los votantes avalaron esta opción. Ucrania no reconoció ni los resultados del mismo ni la adhesión de la península.
La reintegración de Crimea a territorio ruso fue calificada de "anexión ilegal" también por los países occidentales, y alegada como motivo por EEUU y la UE para la aprobación de varios paquetes de sanciones contra Rusia.