Además, los senadores aumentaron el presupuesto sin justificación en más de 13 millones de dólares (lo elevaron de de unos 1.000 a 1.200 millones de pesos).
El Senado no presentó documentación sobre la forma en que gastó esos recursos –dice la ASF-: "por tanto no se pudo comprobar si éstos se ejercieron para llevar a cabo los trabajos legislativos".
Ese mismo año, el Senado aumentó el apoyo económico mensual a funcionarios de la Mesa Directiva hasta en unos 13.000 dólares (200.000 pesos, otorgó bonos extra por unos 3.300 dólares (50.000 pesos)
La Cámara Alta también asignó 130.000 dólares mensuales (dos millones de pesos) a cada senador para la compra de boletos de avión.
El tema de la corrupción ha ocupado el centro de las discusiones desde finales del año pasado cuando investigaciones periodísticas revelaron que el Presidente Enrique Peña, su esposa Angélica Rivera y el secretario de Finanzas, Luis Vidgaray, compraron mansiones a un constructor que es un importante contratista de gobierno, lo que desató reclamos de amiguismo y favoritismo.